Me da miedo el internet.

I'm afraid of the internet es un tema del EP Outside Voices. En la canción, K.Flay, narra distintos horrores que vivimos cada día en internet. Es verdad que internet hace unos años era más explícito y hostil, aunque no había tanto contenido de este tipo, este contenido iba a un extremo al que cualquiera tenía acceso. Ahora que estamos conectadas a internet la 24 horas del día, no ha quedado otra opción que hacer del internet un lugar más "family friendly". No quiero decir que ahora no haya contenido explícito y hostil, si no que se ha reducido la dureza de este contenido y distribuido de forma que a lo largo del día recibamos de alguna manera ese tipo de contenido hostil, pero no constantemente de manera tan dura como existía hace unos años. Si ese contenido mantenía su nivel de hostilidad y era más accesible por más personas a lo largo del día, los desastres que vemos en las noticias hoy nos parecerían una broma. Para mantener la sociedad equilibrada en sadismo, han tenido que equilibrar el nivel de hostilidad recibida de manera online. Si las redes sociales no estuvieran moderadas, como no lo estaban los antiguos foros que ahora no existen, veríamos imágenes horribles continuamente. Y efectivamente, con imágenes horribles, me refiero a asesinatos, violaciones y todo tipo de crímenes desgarradores. Sé que se siguen viendo, pero sin la moderación actual, se vería aún más frecuentemente. Esto demuestra el nivel de control que tienen las redes sociales, que ahora son los nuevos medios de comunicación, sobre la sociedad contemporánea. 

Sabiendo el control que pueden tener sobre la sociedad, es increíble el nivel de hostilidad que permiten. Tan solo hay que entrar en twitter y ver qué es TT, en cualquiera que entres encuentras tres tipos de actitudes, la blanca, la negra y la gris. La blanca representa una opinión y la negra la contraria, la gris por otro lado apoya una de ellas, pero no lo admite y pseudo defiende la otra opinión. La mierda que dice la gente cuando se esconden tras una máscara, tras un "username". Esa máscara nos da permiso para hablar más allá de lo que nos permitimos, pero cuando sumamos el hambre, la excitación sexual y el insomnio que nos provocan, las personas perdemos nuestro propio control. 

Cuando menciono el hambre, la excitación sexual y el insomnio, no lo digo por decir, son esos tres factores los que llevan al usuario a decir lo que la persona de detrás no es capaz de decir. Hay una frase que dice: no tomes decisiones si no has comido, no te has corrido o no has dormido. Internet nos muestra constantemente fotografías de comida, no comida literalmente, si no consumibles como ropa, videojuegos, películas, colonias, móviles, zapatos... Un montón de productos que al ver en pantalla nos da hambre, hambre de consumir. Además, muchos de estos anuncios contienen una notoria sexualización, vemos un vestido y unos zapatos al lado de una perfecta mujer (perfecta para los cánones recogidos en el imaginario colectivo) o un atractivo futbolista rodeado de éxito echándose un desodorante, esa sexualidad tan explícita que vemos (y denunciamos) constantemente, crea un libido social que con la pornografía online se pretende satisfacer, sin éxito alguno, lo que aumenta ese libido social. Además, estas obsesiones nos mantienen cada vez más adormecidos de la realidad, hasta del tiempo, tanto que nos deja despiertos a las tantas de la madrugada, lo que de manera continuada lleva a un insomnio colectivo. Con hambre, deseo sexual e insomnio, entramos en internet y tomamos decisiones.

Últimamente se habla mucho del "metaverso" un universo de realidad virtual en el que socializar. Sin embargo, ya se ha creado una dicotomía que nos permite vivir dos mundos totalmente distintos y, aún así, igualmente reales. Da miedo como una persona se divide en dos mundos y muchas veces no sabes como es en uno de ellos, aunque siga siendo la misma persona al fin y al cabo.